Hace mucho tiempo, en un tranquilo rincón de Asia, un agricultor decidió plantar bambú. Con paciencia, trabajó la tierra, sembró las semillas y las regó cada día, esperando ansioso ver los primeros brotes.

Pero pasaron semanas… y nada.
Pasaron meses… y seguía sin ver resultados.
Un año, dos años, incluso tres… y el bambú parecía haberlo abandonado.

Muchos en su aldea lo llamaron loco. «¿Por qué sigues regando algo que no crece?», le decían. Sin embargo, el agricultor no se detuvo. Él sabía algo que los demás no comprendían: el bambú necesita tiempo para construir su base, sus raíces invisibles bajo la tierra.

Y entonces, en el quinto año, sucedió algo asombroso. En cuestión de semanas, el bambú creció hasta más de 20 metros de altura. ¡Era como si hubiera estado esperando el momento perfecto para expandirse!

¿Sabes cuál es el secreto del bambú?
Mientras nadie veía nada en la superficie, estaba trabajando intensamente bajo la tierra, construyendo un sistema de raíces sólido que le permitiría sostener su increíble crecimiento.

El bambú no solo crece rápido, sino que también es increíblemente fuerte, flexible y resistente. Sus raíces profundas aseguran que pueda soportar las tormentas más fuertes y mantenerse firme frente a cualquier desafío.